FICHA TÉCNICA:
RACING DE FERROL (1): Gazzaniga; Enol Coto (m.88, Bourdal), Jon García, David Castro, Brais, Manzanara, Jesús Bernal, Carlos Vicente (m.88, Del Pozo), Álex López (m.65, Jaume Jardí), Héber Pena (m.65, Luis Chacón) y Manu Justo (m.79, Manel).
REAL BALOMPÉDICA LINENSE (0): Varo; Loren, Jesús Muñoz, Borja López, Connor, Delmonte, Masllorens (m.61, Alu Koroma), Koroma, Fekir, Joel del Pino (m.72, Bobby Duncan) y Omar Perdomo (m.72, Joao Pedro).
ÁRBITRO: Pozueta Rodríguez, de Asturias. Amonestó por parte visitante a Loren, Jesús Muñoz y Connor.
GOL: 1-0 (m.34, Manu Justo).
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 34º jornada del Grupo 1 de Primera RFEF disputado en el Estadio de A Malata.
CRÓNICA: La Real Balompédica Linense sigue acercándose peligrosamente al descenso de categoría tras caer por la mínima frente al Racing de Ferrol.
Los de Víctor Basadre mostraron hoy más orden y empeño pero la misma poca profundidad en los metros finales y que le está condenando a ocupar los puestos bajos de la clasificación.
Con un once sin delantero puro, los balonos trataron de salir a contener a uno de los ‘gallitos’ de la liga que si bien no inquietó mucho los dominios de Alberto Varo, sabe que tiene tanta pólvora que a poco que pise área contraria te hace mucho daño.
Álex López lo intentó al cuarto de hora en un intento aislado al que replicó Jesús Muñoz de cabeza sin fortuna. Fue un primer tiempo soso, donde no pasaron grandes cosas hasta el gol. Que cuesta creer que llegue incluso así, tras un córner a favor.
La Balona perdió el sitio y los ferrolanos montaron una rápida contra que culminó Manu Justo con un gol de bandera que puso el 1-0 en el marcador. Todo el trabajo por la borda antes del descanso.
Tras el paso por vestuarios Basadre quiso mover el puzzle dando entrada a Alu Koroma pero tampoco sirvió para mucho. De hecho estuvo más cerca el segundo que lo contrario sino es porque el larguero evitó el 2-0 de Héber Pena desde treinta metros.
Los blanquinegros lo intentaron con mucho orgullo pero muy poquita chispa arriba para acabar naufragando una semana más y complicarse la permanencia de una manera casi insalvable.
