Puede sonar a discurso de perdedor, pero es la realidad. El Algeciras se lo pone demasiado fácil a los rivales, que, con muy poquito, hacen gol y ganan los partidos fuera de casa al conjunto que entrena Emilio Fajardo. La historia no ha sido diferente en San Fernando, dos llegadas a puerta del rival en los primeros veinte minutos de partido, dos goles y a remar contra corriente, errores compartidos con la alineación. Este equipo no es músculo, es talento y cuando quiere jugar a otra cosa no sabe. El arbitraje también merece una profunda reflexión, gotita a gotita, granito a granito y los albirrojos les están tocando las narices partido a partido y la historia ya se repite demasiado. Bueno sería por parte de la directiva que preside un ex árbitro, un toque de atención para que los que tienen que ser equilibrados en sus decisiones entiendan que los de rojo y blanco no son los tontos del grupo.
REPORTAJE GRÁFICO PACO GUERRERO