La cantera del Algeciras ha pasado a la historia como se conocía hasta ahora. El propietario del club, Félix Sancho, ha decidido exportar su exitoso modelo del Burgos Promesas, que se ha convertido en un referente de la base en el norte de España, a la ciudad deportiva de La Menacha y la revolución ya ha comenzado bajo la supervisión diaria de Matías Lizarazu, secretario técnico, y la coordinación de Moisés Pozo y Miguel Pérez.
Por lo pronto, el primer filial algecirista de Primera Andaluza se llamará Algeciras Promesas en lugar de Algeciras B, un nombre que los rectores del club entienden más motivador y gaseoso para el jugador y el aficionado. El club quiere que este equipo juegue, en poco tiempo, en División de Honor o en Tercera división -ahora Tercera RFEF- y que se nutra de los mejores futbolistas de la ciudad y el Campo de Gibraltar, sin descartar la llegada de promesas de otros lugares.
El segundo paso que ha dado el club ha sido blindar a sus joyas de la base. Las mejoras para Ezequiel y Leiva están ultimadas y, es más, el primero de ellos será central del primer equipo durante la pretemporada y es posible que durante la campaña liguera, aunque todo dependerá de Iván Ania, su entrenador; y la dirección deportiva de Sergio Fernández.
Los nuevos rectores del club ya han tenido un encuentro de presentación con los staffs de los diferentes equipos, entre los que es una agradable novedad la vuelta al club del ex delantero Juan Antonio García León, que formará parte del cuerpo técnico juvenil de Fernando Gallego.
Los nuevos propietarios del club han garantizado atención y seriedad en el trabajo, pagos, ropa, material y todo aquello que necesitan los chavales y sus entrenadores, lo cual puede dar carpetazo a una época de mucha miseria por la falta de recursos económicos en el club eclipsada por los éxitos deportivos de unos futbolistas y entrenadores totalmente entregados.
