Se ha demostrado que el Algeciras es un equipo con y otro sin Roni. Si hiciese falta reflejarse sobre la hierba, este viernes ha quedado más que patente que el conjunto albirrojo tiene un potencial radicalmente distinto cuando su delantero no está como ha sido el caso de hoy.
La baja del ‘9’ algecirista por unas molestias que le han impedido ejercitarse con normalidad durante la semana han sido la punta del iceberg para un equipo que, a pesar de mostrarse voluntarioso con Romero y Bueno arriba, apenas creó peligro real sobre la portería de Álvaro Campos.
Tres goles en los últimos siete partidos es el guarismo de un equipo que sigue complicándose por sí mismo el sueño del playoff.